dissabte, 9 d’octubre del 2010

Benedicto XVI: La indecent, immoral i inoportuna visita del papa anomenat Benedicto XVI.-

Diuen que la visita del màxim responsable de l’església catòlica en aquest món, antic membre de les SS, sí, dels nazis, homòfog declarat i anti lleis de l’evidència, ens farà una visita passant per Madrid i Barcelona. En una altra ocasió ja vaig pronunciar-me en contra de qualsevol visita, digui’s com es digui l’”eminència”, que comportés alguna despesa extra a les malbaratades arques de l’Estat, però em sembla del tot inadmissible que després de la retallada als serveis públics i de la imposada reforma laboral, el govern de Zapatero faci ús dels nostres diners públics per sufragar els 50 milions d’euros que val la broma de la visita. Sí, 50 MILIOLS d’EUROS!, és o no una vergonya?.
M’he afegit a tots els moviments antivisita. De fet sóc dels que fa anys que busca ser excomulgat (de fet mai he comulgat i desconec si quan em va batejar (a la força, perquè el dictador Franco obligava a fer-ho), ho vaig fer, sense cap mena de possibilitat de dir que no, perquè com tothom sap encara no tens consciència ni pots parlar amb claredat), perquè estic segur, que malgrat no creure en cap deu, sóc dels qui consta a les llistes del catolicisme de manera fraudulenta, perquè segons la Llei de protecció de dades, m’haurien d’haver consultat si haig o vull ser en una llista d’aquesta mena, o no?.
Però no és d’aquesta qüestió que avui vull parlar. Si realment la fe cristiana defensa als pobres, millor que es quedi a casa, perquè cada cop que ve o va de “tournee” deixa la caixa dels pobres sense un cèntim. Així doncs, no és poc decorós, o gens, que vingui en temps de crisi, quan ens estan robant els diners impunement, i a sobre li hem de pagar la visita?. Pregunteu-li que li sembla a una família d’aturats sense dret a la miserable quantia de protecció?, o a qui se li hagi acabat l’atur?, ha, sí!, els criminalitzarem per mantes mentre que papa Roma li deixem, com si res, 50 milions d’euros. Què no tenim altres coses que pagar?, per exemple el deute que tenen les administracions amb tercers?, les nòmines dels seus treballadors i treballadores?, infraestructures: escoles, hospitals, etc. Se m’acudeixen tantes coses en que gastar 50 milions d’euros que em venen ganes de no sé què quan penso que les llençarem per una miserable estada d’un senyor amb tots els seus acompanyants.

dijous, 7 d’octubre del 2010

España va mal (Le Monde Diplomatique).-

Avui ha sortit un artícle ,a la versió espanyola de "Le Monde Diplomatique", signat per l'Ignaci Ramonet que m'ha semblat del tot interessant i que reprodueixo en la seva integritat i en castellà:


Se acabó la paz social. La huelga general del pasado 29 de septiembre contra la reforma laboral decidida por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero constituye la apertura de una temporada social probablemente agitada. El Gobierno ha prometido presentar al Congreso, antes de final de año, un nuevo proyecto de ley que pretende elevar de 65 a 67 años la edad legal de jubilación y ampliar el periodo de cómputo, para fijar la cuantía de la pensión, de los últimos 15 años de vida activa a los últimos 20... Sumado a la reforma laboral y al decretazo de mayo pasado que rebajó el salario de los funcionarios, congeló las pensiones y recortó los gastos en obras públicas, este proyecto acrecienta la ira de las organizaciones sindicales y de buena parte de los asalariados. De antemano, el Presidente del gobierno ha presentado sus decisiones como irrevocables: "Al día siguiente de la huelga general -alardeó en Tokio el 1 de septiembre- seguiremos con la misma actitud". Lo cual incita a los sindicatos a prever ya nuevas jornadas de protesta. En su intransigencia, el Ejecutivo español sigue el modelo de otros gobiernos europeos. En Francia, a pesar de tres recientes movilizaciones masivas contra la reforma de las pensiones, el presidente Nicolas Sarkozy ha reiterado que no modificará la ley. En Grecia, seis huelgas generales en seis meses han sido desoídas por el Primer Ministro Yorgos Papandreu.

Amparándose en el principio de que, en democracia, la política se decide en el Parlamento y no en la calle, estos dirigentes ignoran el desconsuelo de amplias categorías sociales obligadas a recurrir a la huelga o a la manifestación callejera, expresiones de la democracia social, para reflejar su malestar específico (1). Actuando de ese modo, tales gobiernos yerran. Se comportan como si la legitimidad electoral se impusiese sobre las demás formas de legitimidad y de representación, y en particular sobre la legitimidad de la democracia social (2). En cualquier caso, esa inflexible actitud puede alentar a las masas descontentas, en una segunda etapa, a rechazar el diálogo social y a buscar un enfrentamiento frontal. Sobre todo que, desde mayo pasado con el anuncio del brutal plan de ajuste, el disgusto de una parte importante de la sociedad española no ha parado de exacerbarse (3). Entre los casi cinco millones de desempleados, los trabajadores precarios, los jóvenes sin empleo, las mujeres asalariadas, los pequeños funcionarios y las familias de todos ellos se extiende la convicción de que el Ejecutivo los ha sacrificado. Al mismo tiempo, a través del fondo de rescate bancario, el gobierno transfería a las instituciones bancarias y de ahorros (responsables de la burbuja inmobiliaria) hasta 90.000 millones de euros... No contemplaba aumentar significativamente la fiscalidad de las rentas más altas, ni crear un impuesto sobre las grandes fortunas, ni reducir los presupuestos de defensa (unos 8.000 millones de euros anuales), ni la financiación de la Iglesia católica (unos 6.000 millones de euros), ni tan siquiera la partida presupuestaria de la Casa Real (casi 9 millones de euros)... Lo que desazona a muchos ciudadanos es la certeza de que el Ejecutivo ha adoptado esas medidas regresivas contra los asalariados, más que por convicción, por dictado de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. Y por presión de los mercados financieros que, bajo amenaza de no invertir, exigen una caída de los salarios y una reducción del nivel de vida. De hecho, así lo reconoció ante un grupo de inversores japoneses el propio Presidente Zapatero: "Estamos abordando -confesó- las reformas que más preocupan a los inversores internacionales" (4). Y ante los máximos directivos de los principales bancos de negocios y fondos de inversión de Estados Unidos repitió que esas medidas las adoptaba "para que los inversores y los mercados valoren la firme determinación que tengo de hacer que la economía española sea competitiva" (5). La reforma laboral no tiene ninguna relación con el recorte del déficit público ni con la reducción de los presupuestos del Estado, principales exigencias de los mercados financieros. Pero como el gobierno no puede devaluar la moneda para estimular las exportaciones, decidió favorecer el desplome de los salarios para ganar en competitividad. Lo peor es que tan desacertadas medidas tienen pocas garantías de éxito. Los datos del paro registrados en agosto pasado, con la reforma ya en vigor, demuestran que el 93,4% de los contratos realizados fueron temporales... O sea, la precariedad continúa dominando el mercado laboral. La única diferencia es que ahora, a los empresarios, el despido les resulta más barato. Después de la crisis de los años 1990, el paro tardó trece años en reducirse al nivel medio europeo; en una época en que la tasa de crecimiento era muy fuerte y España recibía masivamente fondos estructurales europeos. Hoy, con esta reforma laboral y con una previsión de raquítico crecimiento de larga duración, "el empleo en España -según la economista estadounidense Carmen Reinhart- no recuperará los niveles de 2007 hasta... 2017" (6). Entretanto, rechazado por sus propios electores, este gobierno habrá perdido probablemente el poder y cedido la dirección del país a la oposición conservadora y populista. Generalmente es lo que ocurre -lo vimos en Alemania, Reino Unido y más recientemente en Suecia- cuando los partidos de izquierda reniegan de sí mismos y optan por políticas desvergonzadamente derechistas.

Por Ignacio Ramonet, dijous 7 d’octubre de 2010

Notas:
(1) El voto democrático, precisamente por ser general y universal, no siempre permite la expresión de sensibilidades particulares. (2) Léase Pierre Rosenvallon, "Le pouvoir contre l'intérêt général", Le Monde , París, 21 de septiembre de 2010. (3) Según una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PSOE pierde 3,1 puntos. Sólo el 2,5% de los encuestados dice que la situación económica es buena o muy buena, frente al 22,6% que la considera regular y el 74,4% que la define como mala o muy mala. (4) El País , Madrid, 1 de septiembre de 2010. (5) Ibid , 21 de septiembre de 2010. (6) Ibid , 12 de septiembre de 2010.